Colaborando en el blog notariAbierta.es tengo enviado un post sobre las doce tonterías que se oyen en una Notaría (que saldrá en breve), y me gustaría desarrollarlas, así que empiezo con la primera tontería que es creer que en la Notaría vas a firmar, pues pocos parecen entender qué supone firmar ante Notario.

¿Buenos días qué quiere Ud?

Confieso que soy nervioso, y que me gusta salir de mi despacho y ponerme en el mostrador, siendo que más de una vez (menos de las que quisiera) soy yo quien coge el teléfono, o quien atiende al que entra por la puerta.

Obviamente, al que entra por la puerta, suelo recibirle con un «buenos días ¿que quiere Ud?«; me sorprende que todos suelen contestar «firmar«, y cuando pongo cara de sorpresa y les pregunto «¿qué quiere usted firmar?» la respuesta suele ser «un papel«.

Sólo una vez, un gaditano (que para eso Cádiz es muy especial) a mi pregunta «¿que quiere Ud?‘» me respondió tranquilamente «un kilo choped«; huelga decir que ante tanto arte, no tuve por menos que rogarle que se tomara una cerveza conmigo.

Con esto os digo que no os sorprendáis, porque si es cierto que en la Notaría se firman, y se firman papeles…¿te sorprende?.

Sin embargo decir eso es como decir que vas a médico para que te recete unas pastillas.

¿No crees que más que firmar, lo importante es qué firmas ante Notario?

Por si no lo sabes, firmar es escribir tu nombre y apellidos de puño y letra; la firma es algo tan poco importante que en España nadie duda que una rúbrica es una firma (vamos lo que comúnmente llamamos «el garabato»).

La razón, es que la firma es lo de menos, pues lo verdaderamente importante es el consentimiento, y la firma no es sino una manifestación formal de dicho consentimiento, independientemente de cómo tenga lugar dicho consentimiento.

¿Qué es lo que consientes?

No es lo mismo consentir una compraventa que una donación, ni un testamento con un contenido que otro, por poner un ejemplo.

El Notario está para comprobar ese consentimiento, por eso en la Notaría más que firmar, lo que debes es hablar y explicar al Notario qué es lo que quieres, para que así tu voluntad quede claramente reflejada en la escritura.

El documento que firmas va a tener una gran trascendencia en nuestra vida, o que va a afectar de forma muy importante a personas a las que queremos:

  1. Si compras una casa: es tu casa, es tu dinero, no es lo mismo comprar una casa que otra, ni pagar un precio que otro, y todas y cada una de las estipulaciones que se acuerden son importantes, pues de ellas dependen nuestros derechos y obligaciones.
  2. Si pides un préstamo: no es lo mismo que sea en una póliza, que garantizado con una hipoteca, recuerda que todo lo que pides lo tienes que devolver y que no da igual un tipo de interés que otro (pero recuerda que el interés es un pacto como otro cualquiera, y que todos son importantes).
  3. Si haces un testamento: no es lo mismo nombrar heredero a una persona, que a otra.
  4. Si haces un poder: no es lo mismo dar más o menos facultades.
  5. Si haces una herencia: no es lo mismo repartir los bienes de una forma que de otra.

 

¿Cómo sabes lo que firmas?

Para empezar, te recuerdo que tienes derecho a leer por ti mismo la escritura.

Sin embargo, pocos tienen el conocimiento jurídico suficiente para entender todo lo que pone una escritura, por lo que no se si recomendarte que lo hagas o no; eso si, el Notario, lo hará si tu no lo haces.

Leer no es suficiente, hay que interactuar con el Notario, tienes que preguntarle lo que no entiendas, y consultarle tus dudas; piensa que el Notario no es un adivino, y no puede saber que es lo que a ti te inquieta o que es lo que tu quieres.

No pretendas que el Notario le de importancia a algo, a lo que tu no se la das; y si tu querías firmar y no explicaciones no te quejes luego de que no te explicaron algo.

Comprendo perfectamente que el mundo del derecho es algo complejo, y que los Notarios parece que hablamos en chino, sin embargo, y por la cuenta que te trae, deberías de aprender chino, y el Notario tiene el deber y el placer de enseñarte. No obstante si tu actitud es: la de alguien con prisas, la de alguien que no le da la más mínima importancia a lo que hace, la de quien va a dar lecciones en vez de aprender, no protestes, pues eres tu mismo el que está reclamando el trato y servicio que quieres, y probablemente te darán.

Dicho de otra forma ¿por qué no te quejas antes, cuando todo puede arreglarse; y no después, cuando todo tiene difícil solución?.

¿Y por qué las escrituras son tan largas?

Pues porque absolutamente todo lo que pone en la escritura es importante.

Es cierto que estamos ante un mundo complejo, que las leyes son cada vez más numerosas, e imponen muchas obligaciones; el si son o no mejorables o no dichas leyes, el si son buenas o malas, es lo de menos; sin embargo tienes dichas obligaciones siempre: las conozcas o no, preguntes o no, firmes más o menos rápido; así que te conviene conocerlas, pues luego vienen las lamentaciones.

Comprendo perfectamente que no es divertido firmar una escritura, por más que trato de hacer amena la lectura, sin embargo tampoco es divertido acudir al médico y solemos atender a sus recomendaciones y preguntarle; cree que si atiendes al médico probablemente resolverás tu problema, y con el Notario pasa igual; lo que no puedes es pretender es que sin decirle al médico donde te duele pueda conocer y curar tu enfermedad, y el Notario tampoco sabrá que quieres si no hablas con él.

Por cierto, este post se titula firmar ante Notario, y por eso me he centrado en mi trabajo; sin embargo gran parte de lo dicho vale para los documentos privados, salvo que nadie te va a explicar lo que estas firmando, al menos gratuitamente, así que: tu mismo, si quieres firmar un documento privado de venta, unas arras, una reserva de vivienda, o un contrato de arrendamiento con opción de compra (yo te recomiendo que, cuando menos, antes vayas a un abogado -te costará dinero, pero agradecerás la inversión y las recomendaciones-).

Por lo demás me despido con el segundo vídeo que he subido a mi canal de youtube