Soy de los que tienen un pánico cerval a morirme, pero lamentablemente soy muy consciente que el ciclo de la vida está ahí, y no va a cambiar haga o no testamento, sin embargo hacer testamento facilitará las cosas a nuestros seres queridos el día que no estemos, y nos ayudará a asumir esa realidad desagradable que supone saber que no vamos a estar eternamente; por eso comparto con vosotros los 5 motivos para hacer testamento que siempre doy a quienes entran en mi despacho.

1 ¿Has pensado en tu cónyuge?

Me sorprende que todos creen que no hacer testamento es irrelevante, pues sus bienes irán a sus herederos legales.

La afirmación es cierta, pero los herederos legales son los hijos y a falta de hijos los padres (salvo en Cataluña), y la realidad de la vida es que cuando nosotros faltemos probablemente seamos mayores, igual que nuestro cónyuge, por lo que nuestros bienes no van a servir de «colchón» para que quien ha compartido con nosotros una vida, tenga una subsistencia mínimamente digna.

¿Crees sensato que tus bienes sean disfrutados tus hijos y sus parejas (que pueden, o al menos deben de valerse por si mismos) mientas tu cónyuge se queda dependiendo de tu caridad?

Por cierto recuerda que tu cónyuge es tu cónyuge, y tu pareja tu pareja; pues si no hay matrimonio el miembro de la pareja que sobrevive no tiene derecho a nada (salvo que hagas testamento).

2 ¿Has pensado en tus hijos menores de edad?

Antes he planteado un supuesto muy habitual, y es que las expectativas de vida son altas, y probablemente moriremos de viejos.

Pero lo cierto es que como se dice habitualmente «el único requisito para morirse es estar vivo».

Puede que fallezcamos mientras nuestros hijos son menores de edad, pero hay que estar tranquilos, dado que la ley da una solución a este problema, y  la patria potestad corresponderá por ley al otro progenitor, aunque no siempre eso es lo más adecuado.

¿Y si fallece el otro progenitor?

Habría que nombrar tutor a los hijos menores, y de eso se encargará el Juez, pero indiscutiblemente nadie mejor que los padres conocen quién es la persona más idónea para desempeñar la tutela, y no estaría de más: tanto hablar con esa persona, como darle instrucciones precisas, para que esos hijos tengan la educación y formación más idónea.

Recuerda que el tutor que nos padres nombran en testamento, y que sus disposiciones de los progenitores vinculan al juez, salvo que el beneficio del menor recomienden otra cosa (art 224 del Código Civil).

Además en materia de tutela, puede tener una especial importancia nombrar un tutor para la persona y otro para los bienes del tutelado (un ejemplo sería nombrar a los abuelos tutores de la persona de nuestros hijos, pero a un hermano que conozca el negocio familiar tutor de los bienes de nuestros hijos).

¿Y si no me llevo bien con el otro progenitor?

No hacer testamento hará que el otro progenitor se encargue de gestionar lo que nuestros hijos reciban de nosotros, y quizá esa facultad de gestión de lo que fue nuestro patrimonio en ciertas manos no sea lo que queramos.

Es posible en testamento nombrar administrador de los bienes que dejemos a nuestros hijos menores de edad, impidiendo así y conforme al artículo 164 del Código Civil que dichos bienes sean administrados por el otro progenitor.

Esta regla es aplicable no sólo en relación a nuestros hijos, sino también en relación a cualquier menor al que queramos favorecer (por ejemplo nietos) y la permite el artículo 227 del Código Civil.

3 ¿Has pensado que cuando fallezcas lo último que les hace falta a quienes quieres, es tener que cumplir formalidades?

En una entrada anterior de este post trato de resolver las doce preguntas más habituales que se nos hacen a los Notario en materia de testamentos y de herencias.

Hay una leyenda urbana que hace a muchos creer que si no hacen testamento se pagan más impuestos, o que el coste de la herencia es superior.

Los impuestos van a ser los mismos se haga o no testamento y el de la herencia igual.

Pero antes de hacer la herencia, hay que saber quien es el heredero, y ahí los costes son levemente superiores, pues un testamento difícilmente supera los 40 euros y una declaración de herederos intestados difícilmente baja de los 200 euros (en todo caso no me parece una diferencia importante, máxime si tenemos en cuenta que el testamento lo pagamos nosotros y la declaración de herederos intestados la pagan otros).

También es cierto que la documentación para realizar una declaración de herederos intestados se obtiene gratuitamente y no es muy difícil de conseguir, pero precisamente cuando se nos muere un ser querido, no estamos en las condiciones adecuadas para buscar documentos, y mucho menos documentos relativos a esa persona.

Además una declaración de herederos intestados, una vez recopilada toda la documentación, tarda veinte días en obtenerse, plazo que tampoco es excesivo, pero que será un tiempo de espera adicional para las personas a las que queremos, y en nada les aliviará el dolor de nuestra pérdida, al contrario, tendrán que prolongar el duelo, y el duelo sólo se supera con el tiempo (que precisamente es lo que les vamos a quitar).

 4 ¿Has pensado en las peleas por el reparto de la herencia?

Afortunadamente puedo tranquilizaros, y esas peleas no son tan frecuentes como muchos piensan

Normalmente los herederos llegan sin muchos problemas a un acuerdo sobre el reparto de los bienes, pero todos sabemos que hay casos que eso no sucede, y que no es la primera familia bien avenida que acaba como el rosario de la aurora a cuenta de una partición de herencia.

Hace tiempo leí un chiste jurídico que decía «¿partición de la herencia?…¿eso no se descuartiza?».

Nombrar un contador partidor que ponga orden y tome decisiones, puede ser una gran solución para evitar conflictos entre los herederos, que a fin de cuentas es lo que queremos, otra alternativa es ordenar el pago en metálico de la legítima.

 5 ¿Has pensado que no todo es dinero?

El testamento contiene nuestra última voluntad,  y no creo que esa voluntad sea económica. Lamentablemente estamos en una sociedad materialista en la que poco valor se da a los sentimientos, pero el sentimiento es algo inherente al ser humano.

Todos tenemos angustias, todos tenemos preocupaciones, todos tenemos algo que decir, y en ocasiones, unas palabras de consuelo, o unas recomendaciones a nuestros seres queridos sea lo mejor que podemos dejarle.

Desde convicciones religiosas o ideológicas, hasta declaraciones de amor, hasta instrucciones sobre cómo llevar la empresa, pasando por recomendaciones de estudio a nuestros hijos, de reconciliación familiar, de explicación de hechos importantes de nuestra vida (en muchas ocasiones motivados por circunstancias desconocidas para nuestros seres queridos).

El testamento es una forma de despedirse de quienes queremos, es un último mensaje, con un valor extraordinario para quien lo recibe, y una palabra de consuelo, o un reproche tienen un valor que se amplifica exponencialmente. Creo que desperdiciar esta oportunidad es no dar a las cosas el valor que tienen, pienso que la posibilidad de pedir perdón cuando ya no estamos deberíamos de ponderarla, opino que nunca es tarde para decir «te quiero» (y ese te quiero dicho cuando ya no estamos, llega directo al corazón de quienes nos importan).

Si quieres saber cómo hacer testamento encontrarás información adicional aquí

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