Supongo que a estas alturas de temporada, todo el que haya entrado en mi blog, ha descubierto que tengo una cierta tirria al speaking English (o como yo lo llamo: «pitingils«) pues la manía de muchos de ponerle nombre en inglés a lo que se conoce de toda la vida de Dios con otro nombre, puede ser muy «cool» en su lenguaje, pero en el mío es pura cursilería; por eso me pregunto y trato de responder en este artículo ¿Qué es el crowdfunding?.

Antes de empezar os contaré, por si no lo sabéis, que la palabra cursi, es de origen francés y gaditano.

Había en Cádiz un comerciante francés, apellidado Sicourt (Sicur en gaditano), cuyas niñas eran muy guapas, pero que el padre se emperraba en vestir a la última moda parisina por lo que los estudiantes de medicina hicieron una coplilla que decía “ las niñas de Sicur, Sicur, Sicur…”.

Este estribillo repetido una y otra vez de forma rapida, hace que suene y se convierta en la palabra “Cursi”.

No soy el primer Notario que escribe sobre estos temas, por lo que creo de justicia enlazaros a este post de mi compañero Antonio  Ripoll Soler.

¿Qué es el crowdfunding?

Simplemente hablamos de un proyecto, que necesita financiación y una forma alternativa de obtener dicha financiación

¿Qué proyecto?

En principio un proyecto empresarial, pues el crowdfunding surge en el mundo de la empresa, más absolutamente nada impide que pueda financiarse un proyecto que no tenga como objetivo la obtención de un beneficio.

De hecho es conocido un partido político que usa el crowdfunding para su financiación, más no deja de ser también crowdfunding (por más que no quieran llamarse así) tanto las tradicionales campañas del día del Domund (en las que la colaboración a un proyecto es desinteresada, anónima y completamente gratuita) o las famosas campañas televisivas de navidad (en las que hay quién colabora de forma desinteresada y anónima, y empresas que lo hacen con fines publicitarios)

¿Financiación para los proyectos?

Parece absurdo, más quizá sería bueno recordar que las cosas no surgen solas, y que es necesario tiempo y dinero para que cualquier proyecto salga adelante.

Centrándonos en el tema empresarial (que es en el que se mueve habitualmente el fenómeno del crowdfunding) por más buen proyecto empresarial que tengas, una constante para cualquiera que trate de montar una empresa (ahora en inglés se han emperrado en llamarlas start up) es que necesita dinero para poder abordar los gastos iniciales.

No existe ganancia sin inversión, y sin riesgo; o dicho de otra manera, si no pones dinero en tu proyecto, y te arriesgas a peder dinero, es imposible que te lluevan los billetes del cielo.

¿Financiación alternativa de los proyectos?

Creo que entiendes que sin dinero difícilmente montarás una empresa, y o tienes ese dinero o te lo tienen que dar.

El cauce normal para obtener dinero es: acudir a un banco, aportar las garantías y documentación que este pida, y luego devolver el dinero poco a poco con sus intereses.

¿Y si en vez del banco me lo presta un particular? a esta sencilla pregunta obedece el crowdfunding, que normalmente es inversión de capital privado en un proyecto empresarial.

Más no te llames al engaño, pues los particulares normalmente quieren hacer rentable su inversión, y es más que infrecuente que te den el dinero, sin que tengas obligación de devolverlo, y además con interés.

¿Hacen falta start ups? ¿cómo monto una start up?

Que la empesa es un elemento básico de la sociedad y que son necesarias empresas, creo que hoy en día es algo que salvo en Corea del Norte no niega nadie.

Sin embargo en España la palabra empresa parece una palabra maldita, por no decir que más que empresarios lo que abundan son trabajadores al frente de una empresa.

Sea como fuere, ahora han descubierto las start up, que es la manera de referirse a las empresas que no son grandes empresas y que están empezando.

Nuevamente me acuerdo de mi Cádiz de mi alma, y de por qué ahí dicen que hay que estar «liquindoi».

Llegaban los barcos ingleses a Cádiz, para cargar vino de Jerez y necesitaban personas que cargaran y descargaran el barco, por lo que los gaditanos acudían al muelle para ver si los contrataban.

Huelga decir que una conversación en el siglo XIX entre un gaditano que no tiene ni idea de inglés (pero que sabe más que los «ratones coloraos») y un hijo de la Gran Bretaña, podría ser algo épico.

Lo cierto es que los gaditanos supongo que se dirigirían al capitán y le preguntarían «¿Pisha que hago?» el inglés intuiría que pedía trabajo y le respondería en la lengua de «chespir» «Look and do it».

Absorto ante tamaño palabro, los gaditanos se giraban y preguntaban «¿Que es eso de liquidoi?» rápidamente y con esa sabiduría que tienen en esa tierra entendieron que significaba «¡haz lo que veas, espabila, y no seas «jartible ….cohone!» .

Queridos «startuperos» os recomendaría que estéis «liquidoi» y que ante todo os pongáis a trabajar y dejéis de pensar que el dinero os va a llover del cielo por vuestra divina cara; pues como también dicen en Cádiz «muchos platos de langostinos hay que comer, para poder llevar unas lentejas a casa».

Por cierto no estaría de más que alguien empezara a decir que una idea no es un proyecto, y que: ni «pillar» una franquicia, ni montar un bar, un videoclub, o vender por Internet el producto típico de tu pueblo, es crear una empresa novedosa.

¿Cuantos tipos de crowdfunding hay?

Deliberadamente he querido hablar en castellano y no en Inglés, pues en realidad hay muchos tipos de proyectos (como os he explicado, pues no tienen por qué ser empresariales) y muchas condiciones las que se pueden poner en la entrega de dinero para ese proyecto (por de pronto, y aunque poco habitual, es hasta posible que no haya obligación de devolverlo) e incluso cabe que la aportación no sea de dinero.

La combinación de estos tres factores da lugar a que el crowdfunding se llame de diversas formas, todas en inglés, aunque todas ellas tienen su traducción al lenguaje jurídico castellano.

Qué es el crowdfunding de donación (Donation based crowdfunding)

Simplemente aportas de forma altruista y sin contraprestación dinero u otra cosa a una causa (normalmente solidaria).

Eso podréis llamarlo la trócola de la biela del salpicadero o el «guandepróblemingofdeguachisplais» sin embargo, no es sino una donación de toda la vida de Dios, usando una plataforma de internet para recabar fondos.

Qué es el crowdfunding de recompensa (Reward based crowdfunding)

En este caso, el que financia tu proyecto, no va a obtener dinero, pero si otro beneficio, como un servicio especial que luego obtendrá del proyecto que financie.

Es curioso que en este caso al que invierte le llamen mecenas (funder o backer en inglés) pues estamos ante cualquier cosa menos un mecenazgo (al menos tal y como es entendido en nuestra cultura jurídica)

En nuestra cultura jurídica, el mecenazgo está ligado al fenómeno de las fundaciones, y las fundaciones están ligadas a ideas filantrópicas.

Lo cierto es que ni actualmente existe una asociación entre mecenazgo, fundación y filantropía; ni aquí propiamente hay algo diferente de un préstamo en el que en vez de recuperar la inversión devolviendo un tanto del mismo género y calidad, se obtiene otra cosa distinta, y que estamos ante un negocio mixto (que puede ser aleatorio o no) de préstamo y permuta.

Qué es el crowdfunding de inversión

En este caso, el inversor privado busca un beneficio en la empresa que está financiando, pudiendo ser este beneficio:

  • Una participación en dicha empresa (equity based crowdfunding que algunos llaman crowdlending), en el fondo no es sino una forma de ser socio de dicha empresa, o dicho de otra manera es buscar como socio a alguien a quien no se conoce, y simplemente de lo que hablamos es de constituir una empresa huyendo de los estatutos estándar y añadiendo unos pactos entre socios; en realidad en España hace siglos que eso está resuelto cuando el Código de Comercio reguló el contrato de cuentas en participación, o la actual Ley de Sociedades de Capital regula las aportaciones no dinerarias y las prestaciones personales del socio.
  • Una parte de los beneficios o de la facturación de dicha empresa (lending based crowdfunding) no deja de ser un préstamo como otro cualquiera.

 

Quizá lo más habitual sea dar al inversor una participación en la empresa y hacer un cálculo de la rentabilidad estimada, pues normalmente las plataformas de crowdfunding piden un plan de negocio para poder acceder a ellas.

Qué es el crowdfunding no dinerario o crowdsourcing

Aquí la empresa que está empezando no busca dinero, sino otras empresas (más o menos establecidas) que puedan participar en el proyecto de negocio, aportando cada una en mayor o medida todo o parte de su experiencia y recursos.

Pongamos el ejemplo de un programador informático, que se asocia a un diseñador gráfico, y a un comercio, para que este venda on line sus productos, el programador haga la web, y el diseñador gráfico la haga atractiva.

Sin embargo esto es tan viejo como el que una empresa de maquinas se asocie con una constructora para hacer un proyecto, en tal caso hablamos de una Unión Temporal de Empresas o una Agrupación de Interés Económico, o simplemente de una constitución de una sociedad con unos estatutos y pactos entre socios.

Forma parte de lo que hoy en día se llama economía colaborativa, si bien en este caso la colaboración económica no es entre ciudadanos, sino entre empresas.

¿Qué tiene de especial entonces el crowdfunding?

Pues que fundamentalmente se desarrolla a través de Internet, usando distintas plataformas que te ayudan a explicar tu proyecto, y a las que acuden las personas que puedan tener interés en el mismo.

¿Hay algo más que decir sobre el crowdfunding?

La extensión de este post, me ha hecho recomendable dividirlo en tres apartados, por lo que tras explicar ahora qué es el crowdfunding, en los dos próximos post explicaré su normativa, así como sus riesgos y utilidades, así como mi visión de qué podemos aportar los Notarios en esta materia.