Creo que finalizando el mes de julio es conveniente tomarme un respiro, y darle a esta blog unas merecidas vacaciones de verano, durante las cuales me centre un poco más en la web de mi notaría, prepare nuevos contenidos, y dedicaré un tiempo necesario a los míos.

Empezó este blog un 16 de Octubre de 2.013, con el objetivo de intentar explicar el mundo del derecho al ciudadano, acercar mi profesión a la ciudadanía, y sobre todo por el aburrimiento de un Notario padeciendo una durísima crisis económica y negándose a quedarse de brazos cruzados en su despacho dejando pasar horas muertas en espera de la aparición de lo que yo llamo «el documento del día».

No pretendía tener éxito alguno, pues soy lo que se dice «un Notario de cuchara», ni he sido un estudiante de derecho brillante (mi paso por la universidad tuvo más presencia en la cafetería que en las aulas) ni un opositor brillante (dos veces me tumbaron en el último examen), es más como como Notario tampoco he tenido una carrera destacada o he tenido amigos influyentes.

La realidad ha superado con creces las expectativas, viendo el análisis de este blog que hace google analycs resulta que lo que creía que era un blog para frikies tiene un número de visitas impresionante (más de 18.000 el último mes), que lo que escribía para intentar formar a mis empleados (que tienen poca experiencia trabajando en Notaría) y para ayudar a los ciudadanos de mi pueblo (especialmente a juristas y gestores) resulta que incluso tiene más de 200 seguidores en Iberoamérica.

Para mi ha supuesto un reto de aprender cosas de las que no tenía ni la más remota idea; pero sobre todo una bocanada de aire fresco en un despacho en el que muchos son los días de soledad, y peores los días en los que ves a personas contándote historias y problemas que te llevas a casa, y te quitan el sueño.

Gracias a este blog y a las redes sociales estoy aprendiendo a hablar, a organizar mis ideas, a ilusionarme en nuevos retos, a perderle el miedo a enfrentarme a los problemas (especialmente mis propios problemas y mis eternas dudas). Es por ello, por lo que os animo encarecidamente a que hagáis la prueba pues los máximos beneficiados seréis vosotros mismos, es sorprendente la de personas que están ahí fuera deseando aportar y compartir, como todos tenemos alguien que nos puede escuchar, apreciar y apoyar.

Es el momento de agradecimiento y de análisis, pero sobre todo es el momento de un descanso (de un hasta Septiembre, que no un adiós -de hecho ya están programadas las entradas de Septiembre, si no decido cambiarlas por otras que andan en borrador-).

En esos agradecimientos, el primero es para mi mujer: a su santa paciencia de aguantarme, por las horas y horas que este blog le ha robado a ella (pero sobre todo a mi, de estar con ella).

Más de una bronca familiar he tenido por eso de «es que no me echas cuenta» «¿quien es más importante, ese cacharro o yo?»; pero siempre ha estado ahí, respetando que pueda expresar mis inquietudes, este blog más que mío, es fruto de ella, de su generosidad con vosotros, ella para mi es lo verdaderamente importante, y mentiría si digo que la cambio por este reto y por vosotros.

Yo sin esa gran mujer a la que muchos admiran por su belleza, y a la que yo hace tiempo que miro por su interior, no sería el bicho raro que soy (es más confieso que soy tan raro que, pocos son los días que no me quedo admirado de la suerte que tengo de contar con una mujer tan guapa, y preguntándome como es que está con un tío como yo).

Después de ella, no puedo dejar de agradecer a personas anónimas que he conocido en redes sociales su apoyo, me consta que en algunos casos ese apoyo es un cariño virtual, más de uno ha descolgado el teléfono y me han comentado cómo hacer mejor este blog, o me han planteado sus problemas.

Lo siento, pero para mi no son personas virtuales, son seres humanos reales, que me han hecho ver que fuera de mi despacho (y en la mayoría de los casos fuera de mi profesión) hay personas maravillosas que dan sin recibir.

Citarlos sería injusto, me dejaría alguno, pero al menos una mención especial se merecen las personas que he conocido en twitter (followers se dice), de todos y cada uno de los miembros de ese #toqueON, y de todos y cada uno de esos #notariostech por los que cada día no se si siento más cariño o más admiración.

Es el momento de las estadísticas, sin embargo sinceramente me parecen bastante curiosas y divertidas. La realidad es que detrás de cada visita de este blog, detrás de cada comentario hay una persona (casi siempre anónima para mi) y el ver que hay personas que te agradecen el esfuerzo, o que coinciden con tus opiniones, o personas que te ayudan desinteresadamente a desarrollar una entrada es emocionante y un honor inmerecido.

Pero sobre todo es el momento de la reflexión, de ver que deriva tomará este blog tras las vacaciones, de asentar todo lo que he aprendido, de afrontar nuevos retos, pero las líneas maestras del futuro tras las vacaciones, y sin perjuicio de que todo cambia día a día, a medida que aprendes son:

  1. Seguir explicando el derecho de la forma más sencilla que se y puedo, especialmente en cuestiones de herencia, familia, compraventas, préstamos y sociedades (que son los temas que más suelo ver en mi despacho).
  2. Incidir muchísimo más en las nuevas tecnologías, y sus posibilidades para el ciudadano y para el Notario, fenómenos como la identidad virtual (con la posibilidades que ofrece la firma electrónica) los contratos y comunicaciones virtuales (con las posibilidades que ofrece el time stampig) los documentos virtuales (con las posibilidades que tiene el cloud computing y el hosting).
  3. Hacer más mircro-entradas contando anécdotas reales que he vivido y que vivo en el despacho.

 

¿En qué acabará todo? ni idea, pero esto no es un adiós, es un hasta luego, una mera necesidad de estar más con mi mujer y salir de la vorágine virtual en la que me he metido.

Hasta esta entrada hablaba de derecho, ahora hablo de mi, pero sobre todo quiero hablar de vosotros, de deciros que soy consciente (en el fondo me angustia algo la responsabilidad) de que hay muchas personas reales que leen estas líneas, que desconozco sus motivaciones e intereses, pero que dedicáis un tiempo valiosísimo de vuestras vidas a leer lo que dice un Notario de pueblo; eso me carga de responsabilidad, pero sobre todo me hace sentir agradecido.

Sólo os puedo rogar más colaboración y más participación, y agradeceros de corazón es tiempo que me habéis dedicado.