La presente entrada es fruto de la colaboración de un asiduo lector de este blog Don Telmo Barrios Rodrigo, gran y didáctico economista, al que consultándole sobre la entrada que publicaré el lunes que viene me ha mandado estos comentarios sobre la posibilidad de tipos de interés negativo, su explicación económica y una aproximación jurídica (sobre la que yo insistiré en la siguiente entrada).
Con el EURIBOR en mínimos históricos, los bonos alemanes con intereses negativos según las noticias y, para los más entendidos, la facilidad marginal de depósito del BCE en negativo uno puede preguntarse, ¿Puede mi hipoteca llegar a tal extremo?.
Pues, al igual que pasa con los bonos alemanes, sí. Pero empecemos por el principio para comprender qué significan.
Cualquier persona cuando da dinero y cualquier persona cuando pide dinero sabe que va a haber un interés de por medio, ¿Qué es esto? Pues ni más ni menos que una compensación por darte algo (no tiene sentido privarte tu de algo, aunque sea durante un tiempo, a cambio de nada, tiene que haber algún tipo de compensación, aunque sea la amistad o el parentesco existente); este dependerá de muchos factores entre los que se pueden destacar la seguridad de que se devuelva (si creo que no me lo vas a devolver te voy a pedir más), si se cree que alguien en el futuro se a dar más interés por la misma cantidad (si es así esperaría al futuro para prestarlo), el tipo de interés al que se presta a otras personas en idénticas condiciones, la cantidad que se está pidiendo y demandando en el mercado (si se pide mucho más de lo que se ofrece sube el interés) y la inflación. Esto es al menos en la teoría, en la práctica ya se sabe que una de las partes suele imponer las condiciones: el típico «lo tomas o lo dejas» de los contratos por adhesión; pero sigamos con los intereses.
Ya sabemos lo que es el interés y qué define que sea más alto o más bajo, ¿Pero y eso de que sea negativo?, ¿Me va a dar dinero el que me presta? Esto es totalmente ilógico desde todo punto de vista, ¿O quizás no tanto? Porque lo cierto es que los medios de comunicación están diciendo todo el rato que la deuda alemana tiene tipos de interés negativo, ¿Esto significa que los acreedores del Gobierno alemán le están dando dinero además de prestárselo? En rotundo no.
Hay dos situaciones principales en las que nos pueden aparecer, bien unos intereses negativos, bien algo similar a estos, pero que no se debe confundir:
- Cuando hay más inflación que interés
- Cuando hay comisiones, honorarios o gastos
Tipo de interés negativo e inflación
Las personas estamos acostumbrados a trabajar en entornos inflacionistas (en los que los precios de los bienes suben de manera genérica) por ser lo más normal y deseable económicamente hablando, siempre y cuando esta inflación no sea demasiado alta.
En estos entornos los individuos suelen buscar al menos batir a la inflación, ¿Por qué? Porque sino cada día el dinero que tienes vale menos (la manzana que hoy vale 1 mañana por la inflación puede valer 2), en base a esto las personas van a prestar dinero intentando igualarla y si es posible, para obtener cierta compensación real por prestarlo y «ser un poco más rico», rebasarla; de tal manera que si prestas uno hoy y con eso puedes comprar una manzana, mañana puedas comprar esa misma manzana que vale dos y, además, obtengas una compensación por haber prescindido ayer del dinero.
Pero, ¿Qué pasa si lo que prestas, por los motivos que sea, no consigue tan siquiera igualar a la inflación? Es ahí donde surgen los llamados intereses negativos (no voy a meterme con si la denominación es correcta pues a lo mejor convendría llamarlo rentabilidad negativa considerada la inflación, pero se han decidido llamar así): Hoy podrías comprar una manzana por 1, pero mañana te van a dar 1,5, con lo cual no vas a perder nominalmente dinero, pues has ganado 0,5, pero realmente sí estás perdiendo dinero, pues la mazana que ayer sí podías comprar hoy no puedes comprarla; eso es el interés negativo, cuando la inflación es superior al interés pagado.
¿Y aún así, perdiendo dinero, conviene prestar el dinero?, ¿Es lógico? Pues sí, es lógico. Mañana no sabes lo que vas a necesitar de dinero, de ahí que sea necesario el ahorro, pero si este ahorro lo metes debajo de la baldosa de la manzana de mañana sólo podrás comprar la mitad, sin embargo si lo prestas podrás comprar 3/4 de manzana: no consigues evitar la pérdida pero sí atenuarla.
Ahora el caso de las hipotecas y el tipo de interés negativo de estas, ¿Cuándo se da? Pues al igual que en el caso anterior cuando la inflación supere el EURIBOR más el diferencial, tu tendrás que seguir pagando el principal más los intereses, eso no te lo quita nadie, pero lo que debes será cada vez menos realmente, pues el banco con la deuda que tiene contigo cada vez podrá comprar menos cosas.
Rentabilidad negativa y comisiones u honorarios.
Otra situación en la que se puede dar una cosa similar es cuando hay comisiones de por medio, por ejemplo, se deposita 100 euros en un banco y te cobran 5 euros por administración de la cuenta, ahí habría un «tipo de interés negativo» del 5%, pero en estas situaciones más que hablar de tipos de interés negativo debe hablarse de rentabilidad, al igual que hablamos de rentabilidad negativa si hacemos una inversión y al final salimos perdiendo, aunque luego matemáticamente al hallar uno u otro lo hagamos de la misma manera, ¿Y por qué rentabilidad negativa y no interés negativo? Porque aquí, en primer lugar, no hay intereses, hay comisiones, y en segundo lugar, no estamos comparando el interés con la inflación.
El BCE y la facilidad marginal de depósito negativo
La facilidad marginal de depósito podría definirse como el tipo de interés que da el BCE a los bancos por depositar en el dinero. Hasta hace poco esta siempre ha sido positiva, pero ahora se la ha situado en un porcentaje negativo (hay estupendos artículos que comentan el por qué de esta medida y lo que se busca con ella), ¿Podemos decir que, puesto que antes era un tipo porcentual positivo y ahora es negativo, se trata de un tipo de interés negativo? A mi entender no, un tipo de interés negativo siempre surge de la comparativa del tipo de interés del préstamo y la inflación (cosa que aquí no estamos comparando) y, como en el caso anterior, yo entiendo que sería más como un incentivo a que se preste.
Conclusión
Para hablar de intereses negativos en primer lugar tiene que haber dos elementos indispensables que han de ser comparados:
- Intereses, siempre positivos, pues en caso contrario serían comisiones, honorarios o cualquier otro nombre que se le quiera dar al servicio.
- Inflación
Y en segundo lugar tiene que darse que el primero sea menor que el segundo.
Si no se dieran estos requisitos no es adecuado hablar de intereses negativos, sino de rentabilidad negativa.
El tipo de interés negativo jurídicamente
No es posible hablar desde un punto de vista jurídico de interés negativo en ningún caso pues este concepto se circunscribe únicamente al ámbito económico al basarse este en conceptos únicamente económicos; ni aun en el caso de que estuviesemos en un proceso deflacionario podríamos hablar de intereses negativos, ¿Por qué? Porque en un proceso deflacionario sería más interesante meter el dinero debajo de la baldosa, resultaría absurdo realizar un préstamo de interés negativo y si lo depositásemos en el banco no se nos cobraría un tipo de interés negativo, sino una comisión por custodia de efectivo, por ejemplo.
Es más, aun el en caso de expropiaciones o indemnizaciones que deben actulizarse o capitalizarse con inflación negativa tampoco podríamos hablar de interés negativo sino de rentabilidad, pues a lo anteriormente dicho se ha de añadir que matemáticamente lo que estamos haciendo es aplicar un coeficiente que es el resultado de restar a la unidad la inflación negativa, con lo que no está habiendo ni un tipo de interés (sobra decir que la inflación no es un tipo de interés aunque sean de la misma cuantía, ya que si fueran lo mismo se llamarían de igual manera o ambas palabras serían sinónimos) ni mucho menos una comparación inflación-tipo de interés.
Tal y como comenté con los autores de este blog, paso a enriquecer la aportación de Telmo Barrios
1.- ¿Qué es el tipo de interés?
Como bien ha comentado Telmo Barrios en el post, el tipo de interés, no es ni más ni menos que el precio del dinero. O, lo que es lo mismo, cuánto estás dispuesto a pagar (o cobrar) por detraer consumo futuro al presente (o, si eres prestamista, por dejar de consumir hoy para ahorrar).
Por lo tanto, primer punto básico. El tipo de interés es un precio.
2.-¿Cómo se determina el tipo de interés?
Como todo precio, el tipo de interés se determina en el mercado (todos, salvo el tipo de interés de referencia de la zona Euro, que está fijado por el BCE). Por lo tanto, el tipo de interés es la intersección entre lo que están dispuestos a pagar los prestatarios y lo que están dispuestos a cobrar los prestamistas.
En el caso de la deuda soberana, el mecanismo es tan sencillo como una subasta en la cual el emisor de deuda (Estado) comunica al mercado qué cantidad de dinero necesita tomar prestado, y los inversores comunican qué cantidad de dinero están dispuestos a prestar y a qué precio (tipo de interés). De esta forma, mediante un mecanismo de subasta, se adjudica la deuda a cubrir y se determina el tipo de interés al que el Estado va a pagar esa deuda.
Segundo punto clave: Los tipos de interés a los cuales se emite deuda pública se determinan en función de la demanda de mercado. A mayor demanda, menor tipo de interés (precio del dinero) .
3.- ¿Qué indican los tipos de interés?
Hay un tema clave que no está lo suficientemente inculcado entre la gente y, a mi entender, debería ser de culturilla general: los tipos de interés son el indicador básico de riesgo financiero. Y, además, la relación entre tipo de interés (rentabilidad) y riesgo es directa. Es decir, que a mayor rentabilidad, sea cual sea el producto financiero del que estemos hablando, el riesgo de impago es mayor.
4.- ¿De qué dependen los tipos de interés?
Este punto está muy bien explicado por Telmo Barrios. No obstante, considero que es muy relevante vincularlo con el punto anterior (la percepción de riesgo), para una mayor comprensión de la situación actual. Aunque existen muchos factores que influyen sobre los tipos de interés, los más relevantes son:
– Tiempo: Parece evidente que cuanto mayor sea el período de tiempo en el cual el Estado se compromete a devolver la deuda contraída, mayor será el riesgo que el inversor debe de asumir derivado de la incertidumbre. Parece lógico pensar que, en condiciones normales, estamos preparados para predecir la evolución de un país en los próximos 2/3 años, pero no la de los próximos 10 años, de ahí que la rentabilidad (tipo de interés cobrado por el inversor) sea mayor para un bono a 10 años que para 1 a 10 meses.
– Liquidez y solvencia de la entidad emisora: No olvidemos que el factor más importante de cualquier deuda (pública o privada) no es su cuantía, si no la capacidad de devolución de la persona/entidad emisora. Y esto es tan sencillo como que asumir deuda para momentos de tensión de liquidez o para proyectos de crecimiento no es malo, ni mucho menos. Todo lo contrario. La deuda se convierte en un elemento cancerígeno cuando la solvencia de la persona/entidad emisora a largo plazo se pone en entredicho. Por tanto, cuanto menos solvente sea el emisor, un mayor tipo de interés tendrá que cobrar el inversor puesto que el riesgo de impago asumido es mayor. Y, de aquí se deriva otro punto relevante: La deuda soberana ha sido tradicionalmente considerada un activo riesgo, es decir, prácticamente exenta de riesgo de impago. Por eso, miles de productos financieros garantizados invierten en ella, y por eso los tipos de interés que ha pagado tradicionalmente son tan bajos. Y por eso, también, Alemania está pagando rentabilidades negativas mientras que Grecia ni tan si quiera puede emitir deuda por las elevadas rentabilidades que le exigen.
5.- ¿Qué significa un tipo de interés negativo?
Para comprender bien esta pregunta, hay que partir de una base: los inversores tienen un único objetivo: ganar dinero. Nadie invertiría en ningún producto que, no sólo no te permitiría ganar dinero si no que te cobraría algo cuando retiras tu dinero.
Es decir, no va a existir un pago por parte del inversor al Estado alemán cuando venzan los bonos que ahora mismo están en negativos. Queda claro que no hay un flujo monetario. No obstante, sí que hay pérdida de dinero, o, al menos, de poder adquisitivo.
Para explicar esto es relevante entender que el tipo de interés negativo que todos conocemos es el T.A.E (Tasa anual equivalente), y no el TIN (Tipo de interés nominal). El TIN siempre va a ser mayor que 0, sin embargo, el TAE, que como bien ha explicado Telmo, incluye la inflación puede ser menor que 0 porque lo que devuelven al inversor por el dinero prestado es lo mismo que cuando invirtió y, sin embargo, los precios han subido. Para que nos entendamos, cuando el inversor invierte a día de hoy 10€ en bonos del Estado alemanes podría comprarse 5 cajas de huevos. Sin embargo, cuando el Estado alemán le devuelva ese dinero dentro de X años no podrá comprar 5 cajas de huevos, podrá comprar menos porque los precios han subido. Ha perdido poder adquisitivo. A esto en economía se le llama coste de oportunidad (lo que dejas de hacer cuando tomas una decisión económica). Y, efectivamente, teniendo en cuenta el coste de oportunidad, el inversor pierde dinero (aunque no suponga salida de caja).
6.- ¿Por qué surgen los tipos de interés negativos?
Como ya he comentado, los tipos de interés se fijan mediante el procedimiento de subasta. Por tanto, un TIN=0 surge, sencillamente, porque hay tal demanda de bonos del Estado alemán que el precio baja hasta llegar a 0, en cuyo momento el Estado adjudica la deuda necesaria.
Y esto, a su vez, es provocado por la condición de Alemania como locomotora de Europa y a sus bonos como los activos más seguros del mercado. Si a esto le añadimos el QE que ha aprobado hace un mes y medio la ecuación es sencilla de cuadrar.
Como ya he comentado, los inversores quieren ganar dinero, y además con el menor riesgo posible. Así que acuden a bonos del Estado alemanes. ¿Y por qué compran esos bonos si saben que la rentabilidad es 0 o muy baja? Muy sencillo, son conscientes de que el BCE va a comprar bonos en el medio plazo y pretenden operar en el mercado secundario o de repos para obtener rentabilidad sobre un producto que, per se, no la tiene. Es decir, lo tienen en cartera pero en principio no esperan llegar al plazo de devolución, ganando dinero por el camino.
7.- ¿Qué significan los tipos de interés negativos?
Esta pregunta es muy sencilla. Significan, ni más ni menos, que hay más demanda que oferta. O, si lo queremos ver de otra forma, que la percepción del riesgo de mercado en el resto de instrumentos financieros es muy elevada y los inversores quieren tener un “colchón” sobre el que apoyarse en caso de que el resto de activos financieros no renten tanto como esperan. No significan ni deflación, ni estancamiento, ni nada por el estilo. Solamente, percepción de riesgo.
8.- ¿Qué implican tipos de interés negativos?
Existen varias implicaciones clave para el desarrollo de la economía en los próximos meses:
– Curva de tipos cupón cero. Esta curva es, sencillamente, los tipos de interés que rentan los bonos del Estado en los cuales se devuelve el principal + los intereses a vencimiento, en función de su período de devolución. Como ya he comentado, los bonos a más largo plazo deben rentar a un tipo de interés mayor que los de corto plazo, y hay estudios que ya han demostrado que una inversión de esta curva de tipos es sinónimo claro de burbuja financiera y, por tanto crisis. Y, con un bono a 5 años que rente un 0%, es evidente el riesgo de que la curva se aplane y/o tome una dirección inversa.
–Asunción de riesgos: Esto tiene que ver con el punto anterior. Con una facilidad de depósito negativa (una señal del BCE para que los bancos comerciales pongan el dinero a funcionar y concedan crédito) y unos bonos del Estado que ofrezcan rentabilidades tan bajas, los inversores tienen que acudir a productos con un mayor perfil de riesgos para aumentar la rentabilidad de sus carteras y saciar el apetito de sus clientes, que si no llevan su dinero al gestor de al lado. Esta asunción de riesgos ya se está comenzando a descontrolar, y en la economía ya se están dando síntomas de burbujas financieras (derivados, básicamente), de deuda pública y en algunos mercados, como el tecnológico.
Espero haber sido lo suficientemente ilustrativo. Quedo a vuestra entera disposición para preguntas/aclaraciones.
Saludos
Muchísimas gracias por tu aportación Daniel, es un auténtico lujo contar con colaboradores como vosotros dos