No se por qué cada vez más veo que es muy habitual que todos queramos una cosa y la contraria al mismo tiempo: un ejemplo es la entrada de este blog en la que hablo de como queremos vender sin vender, y otro es el famosísimo bitcoin, cuya explicación más sencilla es que se trata de un dinero que no es dinero, aunque sobre todo es un protocolo informático.

Vaya por delante que el bitcoin es una moneda que me causa bastante simpatía, y que no puedo evitar sucumbir al esnobismo de querer tener bitcoins, aunque sinceramente no tengo definida una posición clara ni sobre él, aunque si la empiezo a tener sobre las utilidades adicionales que puede aportar.

¿Un Notario hablando del bitcoin?

Pretender que un Notario les de una lección de nuevas tecnologías y de economía avanzada es como intentar poner Picasso a pintar Las Meninas de Velázquez.

¿Un absurdo?

Pues se equivocan, si les gustara la pintura sabrían que Picasso con seis años hacía una pintura figurativa genial, y que siendo joven llegó tal grado de perfección en su técnica, que pudo apreciar cómo todo estaba inventado, y por ello se puso a pintar de forma abstracta; es más son cientos los cuadros en los que Picasso hace un estudio precisamente de las Meninas de Velázquez, eso si, desde su particular punto de vista, pues obviamente, el genial pintor era consciente del hecho de haberse pintado ya una obra única e irrepetible; precisamente por eso, y desde su genial humildad, intentó hacerlo de forma única (e irrepetible), pero distinta.

El ser humano es algo bastante antiguo, sus problemas y necesidades, sus miserias y grandezas también, el bitcoin no obedece sino al más íntimo deseo de todo ser humano de acumular riqueza, obtener productos exóticos y experimentar.

Simplemente el bitcoin es una «moneda virtual», ya he hablado en este blog de las identidades virtuales aquí, aquí y aquí, y si aceptamos (queramos o no las hay) que existen personas virtuales, lógico es la existencia de una moneda virtual.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, ni su origen es tan bonito, ni su concepto único, ni la causa de su éxito tan loable, pero desde un principio hay que advertir que bitcoin, no sólo es una moneda, sino sobre todo un sistema informático, no obstante creo que es conveniente empezar a hablar con propiedad (cosa que a los informáticos les cuesta cierto trabajo) y distinguir el bitcoin del protocolo bitcoin (aunque en esta entrada explicaré el primero y daré unas nociones del segundo, pero este protocolo bitcoin tiene más utilidades que la de ser el mero soporte de una criptodivsa).

¿Es seguro el bitcoin?

Hablar de internet y hablar de seguridad es algo que debería de estar íntimamente conjugado (cosa que raras veces sucede).

Decían mis admirados Le Luthier «La verdad absoluta no existe, y eso es absolutamente incontestable«. Con la seguridad e internet pasa exactamente igual, no existe la seguridad absoluta, y muchísimo menos si el ordenador desde el que manejamos los bitcoins lo usamos con los más variopintos fines.

Todo, absolutamente todo en internet es susceptible de ser visto o manipulado por terceros, simplemente se trata de una cuestión de equilibrio, de buscar medios razonablemente seguros, pero tampoco nos engañemos porque también todo lo analógico es manipulable (y si no basta con darse un paseo por un mercadillo para ver ropa, bolsos o gafas falsificadas).

Lo primero que tenemos es que protegernos nosotros mismos, debemos de configurar adecuadamente los niveles de privacidad de nuestros ordenadores, e incluso para según que materias, empezar a acostumbrarnos a usar dos ordenadores: uno para tonterías y otro para cosas serias.

Lo que si que no es recomendable es usar el ordenador de la casa para que el niño juegue a los marcianitos, chatee con los amigos y al mismo tiempo nosotros manejemos nuestras cuentas corrientes o documentos sensibles.

¿Cuál es el origen del bitcoin?

El origen de la idea del bitcoin (esto es de un dinero que no es dinero) radica en la propia naturaleza del dinero (que tampoco es dinero).

¿Cuál es el origen del dinero?

En las épocas más antiguas de la humanidad el ser humano se dedicaba al trueque, y se limitaba a cambiar una cosa por otra (el ejemplo que se pone es el del cazador que intercambiaba con el agricultor). El problema del trueque es que los dos sujetos tenían que tener excedentes, por lo que era posible que cuando el cazador no tenía carne al agricultor le sobrara trigo, y viceversa.

El origen del crédito no es otro que cuando agricultor y cazador, acordaron cambiar los productos que uno ya tenía por los que el otro pudiera tener en el futuro (por ejemplo te cambio esta pieza de carne que me sobra por parte de la cosecha que recolectarás).

Esos conceptos fueron poco a poco complicándose, hasta entender que deberían de aceptarse determinados bienes considerados valiosos, como medio de cumplir las obligaciones.

Estos bienes tenían que ser escasos pero habían de permanecer en el tiempo, así de considerar en un principio al ganado y al grano, como medios de pago, poco a poco determinados metales y piedras raros fueron aceptándose, surgiendo así el dinero tal y como lo conocemos.

Por no aburrir con el tema, dejemos en que desde hace mucho tiempo se consideraba que el dinero tenía una equivalencia en el oro de la persona que emitía ese dinero, y el patrón oro en mayor o menor medida fue implantándose, y así ha sucedido durante siglos.

¿Y cuál es el origen del bitcoin?

Fue Richard Nixon el 15 de Agosto de 1971 quién, ante el hecho histórico de tener Estados Unidos, por primera vez en su historia, déficit en su balanza comercial,  adoptó la drástica medida de cancelar unilateralmente los acuerdos de Bretton Woods, y suprimir la convertibilidad directa del dólar con el patrón oro.

Desde ese momento un dólar no tenía una equivalencia en oro, sino que simplemente valía un dólar, creándose lo que se llamó el dinero fiduciario, que no es sino un dinero cuyo único valor es la fe o confianza generalizada en su valor, y en el respaldo de la autoridad que lo emite.

En realidad el valor de un dólar no es sino el mismo que tiene una moneda que me invente yo, aunque con la «sutil» diferencia de que absolutamente nadie confiaría en mi solvencia y hay un acuerdo mundial generalizado en confiar en la solvencia de Estados Unidos.

En estas aparece el bitcoin, como una criptodivisa creada en 2009 por Satoshi Nakamoto, y aquí empiezan las dudas.

¿Qué es una criptodivisa?

Simplemente se trata de un dinero fiduciario (igual que todo el dinero existente en la actualidad) pero que no tiene soporte en papel ni en moneda alguno, y sólo existe en archivos informáticos, los cuales están basados en algoritmos matemáticos, criptográficos e informáticos, siendo destacable las siguientes ideas:

  1. Las reglas matemáticas que permiten crear el criptodinero están fijadas de antemano, y no existe autoridad política o económica que pueda acordar un mayor o menor número de criptodinero.
  2. Sólo hay 21.000.000 de unidades de bit coins y sólo puede fraccionarse hasta ocho decimales (0.00000001 bitcoins).
  3. Su creación está determinada de antemano según reglas matemáticas.
  4. Su generalización y conservación se garantiza: porque el «programa» generador de bitcoins es abierto (software libre), y toda transacción es incluida en un número creciente y amplísimo de ordenadores, mediante los block chains (o cadenas de bloques, de las que hablaremos).
  5. La seguridad de las transacciones está basada en un sistema fiable, que es el sistema de la doble clave.
  6. La existencia de los bitcoins no se acredita en un único ordenador, sino que todo bitcoin, y todo cambio de titularidad de los mismos queda reflejada en miles de ordenadores, si pensamos en seguridad, atacar un ordenador es fácil para un hacker o un cracker (sobradamente conocidos son los ataques a los servidores más potentes) pero si el ataque es a cientos de ordenadores el tema se complica mucho, y de ahí el invento de los block chains.

 

La idea es muy sencilla, y consiste en que:

  1. Al no depender la existencia del bitcoin de una autoridad central que decide emitir más o menos número de moneda, o fijar su valor, el cual depende sólo de ley de la oferta y de la demanda.
  2.  Cada transacción con bitcoins no es validada por una autoridad central (por ejemplo los servidores de un banco) sino que son cientos los ordenadores de todo el mundo lo que dan validez a la operación, de modo casi gratuito, ahorrando las famosas comisiones de mantenimiento que tienen las cuentas bancarias, e incrementando la seguridad de las transacciones.
  3. El bitcoin se usa como medio de pago en internet, que es un mundo global y virtual, por lo que hay una única moneda, y permite ahorrar las comisiones por cambio de divisas.
  4. La identificación de la transacción se hace pública, pero sus titulares son anónimos. Este anonimato facilita una opacidad fiscal, pero también es una garantía de privacidad, y si bien lo primero es moralmente reprobable, lo segundo es algo muy necesario en la sociedad de la información digital que nos rodea.

 

¿Quién es Satoshi Nakamoto?

Pues lo curioso es que absolutamente nadie sabe quién es, simplemente es un pseudónimo, y se desconoce incluso si detrás del mismo hay una o varias personas, por lo que el tema no deja de causarme la misma sonrisa que me causaba el programa «humor amarillo» y el famoso «Chino Cudeiro».

¿El anonimato de su autor, debe de ser una llamada a la prudencia en el uso del bitcoin? tampoco se sabe quién inventó la rueda o el fuego, ni siquiera quién inventó el dinero y no por ello tenemos especial prudencia en el tema ¿no creen Uds?.

¿En qué se basa el bitcoin?

En el fondo el origen del bitcoin es el mismo, y consiste en la confianza generalizada en los elementos matemáticos y criptográficos e informáticos en los que está basado.

Hay dos bases principales en el bitcoin:

  1. La tecnología P2p (Peer to Peer), supongo que este anglicismo les sonará a Arameo, pero se sorprenderían si conocen que la tecnología peer to peer es precismaente la misma que usan los programas de descargas de archivos de audio y video como los conocidos torrent, e mule, e donkey o el ya antiguo napster.
  2. El código abierto. Nadie es dueño del programa informático sobre el que funciona el bitcoin (por tanto no hay que usar licencia para acceder a este programa, que es gratuito), no habiendo persona o entidad propietaria del mismo, y pudiendo cualquier persona revisarlo.
  3. Todo usuario tiene dos claves, una pública y otra privada.
  4. Los blockchains.
  5. La idea de consenso y de prueba de trabajo recompensada a los mineros.
  6. Evitar la posibilidad del doble gasto.

 

¿Cómo se consigue esa validación por todos los ordenadores?

Lo cierto es que ahora no voy a hablar del bitcoin como moneda, sino del protocolo bitcoin, esto es del sistema informático en el que se basa la moneda bit coin, pero que puede tener muchísimas más utilidades (incluso jurídicas).

Cada usuario (ojo que una persona o empresa puede ser varios usuarios) tiene una clave pública y una privada, ambas se guardan en una cartera o monedero virtual.

  1. La titularidad de la cartera es pública; dado que se sabe que la cartera pertenece a alguien y que ese alguien es su dueño.
  2.  La persona o empresa que está tras esa titularidad es anónima; dado que  no se identifica ni con nombre y apellidos ni con su documento oficial de identificación (en España es el DNI). Dicho titular se identifica con una clave que es más o menos así «1PC9aZC4hNX2rmmrt7uHTfYAS3hRbph4UN»,  no obstante y desde un punto de vista jurídico sería conveniente (desconozco si es posible) que quede a la voluntad del titular de la cartera hacer pública su propia identidad (pues con ello se lograría un registro público seguro a nivel mundial), aunque como en tantas cosas que hay en internet es cuestión de equilibrio.

 

La clave pública del usuario es la que le permite abrir el mensaje, es irrelevante que la sepan otras personas, es más su misión es que sea conocida por terceros, dado que un mensaje cifrado con la clave pública de un destinatario no puede ser descifrado por nadie (incluyendo al que lo cifró), excepto un poseedor de la clave privada correspondiente.

La clave pública sirve para cifrar mensajes, y puede entenderse como el buzón que todos tenemos en nuestra casa, el cual indica donde hay que depositar la correspondencia que se nos remite, pero al que sólo podemos acceder nosotros con nuestra llave.

La clave privada  es la firma digital o firma electrónica, la particularidad del protocolo bitcoin es que esa firma electrónica la facilita el propio sistema bitcoin, y no depende de una autoridad central.

La función de la clave privada o firma digital es la de permitir localizar al autor del mensaje, pero ojo:

  1. En el protocolo bitcoin no hay nombres apellidos ni Documento Nacional de Identidad que identifique al firmante.
  2. La firma digital es una simple clave privada única para cada titular de un monedero (y como hemos dicho una persona o empresa puede tener varios monederos) que sirve para acreditar el consentimiento (aunque sobre este tema habría que hablar mucho desde el punto de vista jurídico y prometo hacerlo).

 

Volviendo a los block chains o cadena de bloques.

La cadena de bloques especifica todas las transacciones realizadas con bitcoins, en definitiva es una contabilidad pública y globalizada de todas las transacciones que se hacen con bit coins.

Para confirmar cada transacción en bitcoin, esta se incluyen en un bloque o block chain, el cual debe ajustarse a estrictas normas de cifrado y que será verificado por la red.

Las normas de cifrado impiden que cualquier bloque anterior se modifique, ya que hacerlo invalidaría todos los bloques siguientes.

Quizá les suene a chino todas estas explicaciones, pero piensen sólo por un momento que en sus operaciones con el «dinero real» (que como hemos visto no es dinero)  realizadas en un banco tradicional. En este caso, la operación está sustentada por el ordenador central del banco, pero en caso de ataque a ese ordenador central, los problemas serían enormes, y tales ataques no sólo son posibles, sino que existen ¿se imagina que en vez de un ordenador central fueran miles de ordenadores los que tuvieran contabilizada de forma segura la transacción?, con ello trato de poner de manifiesto que quizá los primeros interesados en el protocolo bitcoin sean las propias entidades de crédito.

Si quiere Ud una explicación más completa de como funciona el bit coin la encontrará aquí y aquí.

¿Qué ventajas tiene el bitcoin?

La principal ventaja del bitcoin es que está completamente fuera del control de las autoridades monetarias, y por ende del poder político.

El bitcoin, en un mundo como el actual: cada vez más globalizado, y cada vez más sujeto al control de los poderes políticos y económicos supone una bocanada de aire fresco.

  1. La primera ventaja es que al no depender su creación de un banco central, sino de criterios matemáticos, no existe autoridad alguna que pueda influir en el mismo, y por tanto queda fuera de cualquier posible manipulación por parte del poder político (un ejemplo de la manipulación fácilmente entendible es cómo los Bancos Centrales fijan un interés legal a sus monedas, que nada tiene que ver: ni con la inflación, ni con el interés real que se cobra por un préstamo).
  2. La segunda es que al no estar controlado por los políticos es opaco fiscalmente, y permite eludir la voracidad de la hacienda pública. De hecho y que sepa, sólo California y Canadá aceptan el bitcoin como medio de pago; un ejemplo muy claro de lo que decimos es que al no ser dinero, una factura en bitcoins no tiene obligación de llevar el IVA, pues se trata de una permuta de bienes (el bitcoin simplemente es considerado en España como un bien inmaterial, lo mismo que si cambiara ud un trozo de carne por un poco de grano).
  3. La tercera es que al ser una moneda global, sirve como medio de pago en todo el mundo, con el consiguiente ahorro en el cambio de divisas. De hecho se ha planteado a nivel europeo en caso de compra de bitcoins en un banco, si se aplica la exención de IVA que tienen las operaciones bancarias.
  4. La cuarta es que al no ser el bitcoin una moneda oficial, se plantea el problema de si las entregas de bienes y prestaciones de servicios a cambio de bitcoins están o no sujeta a IVA, siendo más que recomendable la lectura del post publicado por Pablo Fernández Burqueño, o el post publicado en la web Abanlex

 

¿Por qué triunfa el bitcoin y no otras monedas virtuales?

Ante todo no nos engañemos, pues el fenómeno de la moneda virtual tiene de todo menos de novedoso.

Cientos son los aplicativos informáticos que venden todo tipo de productos a cambio de monedas virtuales, y el fenómeno es sobradamente conocido en el mundo del juego on line.

En este tema cualquier chaval nos pegaría una lección, y los que somos padres hemos visto como nuestros hijos nos han pedido que les compremos por ejemplo Microsoft points para su x box (por no hablar de los más sorprendentes nombres como los gameforge points, rubies, diamantes etc que usan muchos juegos on line).

Estas monedas virtuales se consiguen comprándolas con dinero real, pero a diferencia del bitcoin, sólo sirven para comprar en el juego concreto, o todo lo más en la consola de turno.

También hay otros medios de pago on line que buscan la seguridad sin tener que dar el número de cuenta corriente, quizá pay pal sea el más conocido, pero de hecho las mismas tarjetas de crédito tienen medidas de seguridad (y seguros que protegen contra su sustracción).

La diferencia del bitcoin, es que de una u otra forma todas las figuras indicadas acaban derivando en la necesidad de usar dinero real, mientras que el bitcoin puede adquirirse tanto a cambio de dinero real, como por otros medios que son:

  1. Aceptando bit coins como medio de pago de productos que ofrezcamos on line, y que usaremos para nuestras compras on line.
  2. Ayudando en la creación de bitcoins, y actuando como miner. A cada computadora que genera un block chain se le permite añadir una transacción en él, ganando así unos 50 BTC, sin necesidad de que esta cantidad venga de algún sitio. La recompensa por generar un bloque se ira reduciendo a la mitad cada 4 años. El problema entiendo que se producirá cuando se llegue al número de 21.000.000 máximo permitido por el sistema, pues en ese momento no habrá interés en mantenerlo (advierto par los que quieran lucrarse haciéndose mineros que actualmente el coste de un ordenador que tenga una remota posibilidad de un 10% de conseguir bitcoins mineando, roza los 6.000€ y se calcula que la vida rentable de ese ordenador es de unos tres meses).

 

La primera causa de su éxito está en su aceptación generalizada

El éxito del bitcoin, consiste en que se está generalizando en internet como medio de pago de todo lo que se puede vender y comprar por internet, y lo cierto es que actualmente por internet se compra y se vende absolutamente de todo, es más: frente a la brutal caída que tiene el comercio tradicional, lo cierto es que el comercio electrónico anualmente tiene un incremente espectacular (prueba de ello es que actualmente pocas personas compran música o billetes de avión o reservan en un hotel, si no lo hacen on line).

Evidentemente el segundo motivo de su éxito está en la frase «quién da primero da dos veces», siendo el primer dinero virtual que se ha creado, tiene muchísimas más posibilidades de éxito que sus posibles competidores.

Lo cierto es que dos plataformas de compras on line extraordinariamente potentes como son Amazon y E-Bay, ya se están planteando aceptar el bitcoin como medio de pago.

Pero hay otras criptomonedas en el mercado como son Namecoin, DNSLitecoin, Peercoin,  o Freicoin

Otro motivo del éxito del bitcoin es que depende de las matemáticas y no de la política financiera de estado alguno.

El bitcoin es considerado como un triunfo de la ciencia, y ofrece toda la garantía que supone el depender de la misma, no estando sujeto al error humano (ojo que luego explicaré que esto también es contraproducente).

La seguridad que ofrece el bitcoin es un motivo adicional de su éxito.

Pese a su código abierto la posibilidad de burlar el sistema de cadenas o blockchains almacenadas en miles de ordenadores, es algo más que remota, pues sería necesario que alguien tuviera ordenadores más potentes que todos los que trabajan en el sistema bit coin conjuntamente (y ya he anticipado el coste de un ordenador que sirva para minear, aunque hay espabilados que tratan vía troyanos de poner a minear ordenadores ajenos).

En todo caso y como en todas las cuestiones relacionadas con las nuevas tecnologías, la prudencia y la autoprotección son elementos básicos en la seguridad.

¿Tiene el bitcoin un lado oscuro?

Los mismos argumentos que provocan el éxito del bitcoin son sus puntos débiles.

Lo implacable de la economía de mercado.

Muchos defensores tiene la economía de mercado, y cada vez más son las voces liberales que la defienden a capa y espada, pero tampoco nos engañemos, ni creamos que es el bálsamo de fierabrás.

Salvo Corea del Norte, dudo mucho que actualmente haya algún país que no tenga una economía de mercado, pero no olvidemos que en toda economía de mercado los ajustes de sus propios errores tienen un coste extraordinario para cientos de personas, siendo que normalmente los más débiles son los que tienen más papeletas de perder.

Si ud acumula bitcoins, en vez de moneda de su país, y quiebra el sistema bitcoin verá que pierde absolutamente todos sus ahorros, y negar la posibilidad de quiebra de un sistema económico es negar lo evidente.

El éxito del bitcoin depende de que haya oferta y demanda, pero baste recordar fenómenos como cuando salieron a cotizar acciones de Terra, o el famoso caso Afinsa, o el boom inmobiliario, para tener muy presente los errores de ese sistema basado en la pura especulación.

El valor del bit coin, al depender de la ley de la oferta y de la demanda es un valor altamente especulativo, prueba de ello es que ha llegado a multiplicarse por diez dicho valor, y ejemplos en la historia de grandes subidas de valor de un producto que posteriormente tiene un reajuste salvaje hay a patadas.

Es por ello que si bien no defiendo mucho el bitcoin como moneda, si soy un firme defensor del protocolo bitcoin, como protocolo de seguridad y privacidad on line, muchísimo más avanzado que otros existentes en la actualidad (como el que tiene la banca tradicional o el estado tradicional, que siempre penden de un ordenador central).

La opacidad fiscal.

Soy el primero que esboza una sonrisa irónica cuando veo una campaña publicitaria en la que se «informa» que «hacienda somos todos», también soy el primero que piensa que no tenemos un estado, sino un gigante burocrático completamente ineficaz.

Pero no nos engañemos pues es evidente la necesidad de servicios públicos, e igual que con nuestros impuestos se engordan las orondas panzas de nuestros políticos, también se hacen hospitales y carreteras.

Evidentemente defiendo reducir el gasto público en lo primero, e incrementarlo en lo segundo, pero sin impuestos, es imposible todo.

El bitcoin se presenta como una auténtica revolución frente al poder estatal, y sinceramente creo que aunque en un primer impulso todos lo apoyaríamos, si hacemos una reflexión sensata sobre la materia no estaríamos de acuerdo con esa demolición del poder del estado.

Si sabemos usar bien el protocolo bitcoin, lo que si que podemos es tener un arma eficaz de lucha contra los abusos que puede tener un poder estatal, pero buscar el equilibrio en este punto es algo complejo y difícil, que supera con creces este post.

Los malos y el bitcoin.

Hay que saber que hay un mundo oscuro, y que los «malos» existen. ¿Quiénes son esos malos?, pues narcotraficantes, terroristas y proxenetas andan pululando por ahí y haciendo de las suyas.

Es cierto que toda esa caterva de energúmenos usan los bitcoins, pero no nos engañemos, también usan dólares, euros u oro, y no por ello demonizamos el dinero de toda la vida.

Hay mucho de propaganda en el tema, y no nos engañemos, que si el estado es el que tiene la maquinita de producir dinero, eso de que aparezcan desde fuera y le toquen la máquina, no debe de sentarle muy bien, por ello creo que hay más que una defensa de la decencia y la salud pública, una defensa del monopolio monetario.

El deep Internet (o internet oscuro que se calcula que es aproximadamente el 80% de todo lo que hay en internet) existe, es cierto, skill road o Thor, no es que existan, es que son sobradamente conocidos (pero también la NSA y el caso Snowden).

Es cierto que el bitcoin se usa con frecuencia en el deep internet, pero ni es la razón de ser del deep internet, ni todo el deep internet es malo, ni el bitcoin deja de usarse en transacciones normales de personas honestas.

 ¿Son fiables las matemáticas?

Pues será que por ser yo de letras tengo un especial repelús a las matemáticas, y tengo una natural aversión a todo lo que suene a ciencia, pero sinceramente no me fío un pelo de ellas.

Como jurista creo en el ser humano, y en la filosofía. No soy tan burro de negar la utilidad que tiene la ciencia, pero la ciencia es un simple medio, ni es un fin, ni es la solución a todos los problemas del ser humano.

Por supuesto que las matemáticas son bastante fiables, pero no nos engañemos, hay problemas matemáticos sin resolver, la física cuántica permite demostrar que al mismo tiempo puede estar sucediendo una cosa y la contraria.

En definitiva, no podemos perder el norte, ni creer que con algoritmos matemáticos resolveremos la economía mundial (sobre todo y porque como ya he dicho antes, el coste humano sería inaceptable).

En todo caso, el problema está en el mantenimiento del sistema una vez que se consigan los 21.000.000 previstos, pues en ese caso el interés de los mineros decaerá y habrá que buscar una solución para el mantenimiento del sistema, en este artículo encontrarán más información sobre el tema.

Es cierto que cubiertos los 21.000.000 de bitcoins, los mineros seguirán cobrando una comisión de 0.0005 por cada transacción que incluyan en un block chain, pero en una economía de escala y pese a los ocho decimales, se me antoja una cifra bastante escasa.

¿Es posible burlar las medidas de seguridad del bitcoin?

En principio el propio sistema bitcoin es adaptable a nuevos sistemas de cifrado y firma más avanzados, pero siempre está el factor humano que hay tras un ordenador, por lo que no estaría de más seguir estas recomendaciones.

Por lo demás si se ha demostrado la vulnerabilidad del sistema, pero también hay falsificación de la moneda convencional, y se han vulnerado otros sistemas informáticos, y no por ello los demonizamos.

¿Qué futuro tiene el bitcoin?

Creo que la criptodivisa tiene un futuro brillante, pese a todo lo dicho.

El primer argumento es el papanatismo del ser humano, y esa tendencia humana a dar por bueno todo lo que los demás digan que es bueno.

Recuerdo de pequeño una pintada en una pared de mi colegio que rezaba «1000000000000 millones de moscas no pueden equivocarse….come mierda», lo cierto es que por sorprendente que parezca los seres humanos somos así, y pruebas de la capacidad de adquirir precios desorbitados productos absolutamente innecesarios las hay a patadas.

El éxito del bitcoin depende de su demanda, y esta crece exponencialmente.

El segundo argumentoes que el poder real que tienen los primeros interesados en el éxito del bitcoin, y que es incalculable.

No nos engañemos, pues el poder económico de las personas y entidades que están tras el bit coin y su tecnología es innegable, y no son sólo esos «malos» que quieren hacernos ver interesadamente desde organismos centrales (muy conscientes del riesgo de pérdida de poder que para ellos supone esta criptodivisa y este protocolo informático).

De hecho tengo mi criterio particular sobre quién está detrás de Satoshi Nakamoto, y concretamente detrás de los matemáticos, criptógrafos e informáticos que teóricamente configuran ese alias, pero si lo digo creo que directamente Iker Jiménez me llamaría para intervenir en su programa Cuarto Milenio, y no tengo la más mínima gana de hacer el ridículo en televisión.

El tercer argumento es el indeterminado potencial de internet.

La globalización económica es algo bastante antiguo, pero es que ahora internet se ha destapado como un ámbito que permite una globalización de la información y las comunicaciones.

La tendencia a crear un mundo virtual y paralelo en internet es creciente, y como antes expliqué ese mundo cuenta ya con identidades virtuales, siendo el bit coin su moneda virtual, en definitiva, cada vez más la línea entre lo real y lo virtual se vuelve más delgada, y eso que aún no hemos empezado a hablar del internet de las cosas  (donde nuevamente los problemas jurídicos de seguridad y privacidad aparecen).

¿He terminado de hablar del bitcoin?

Por supuesto que no, mucho queda por decir del tema, pero fundamentalmente en esta entrada he intentado explicar el bitcoin como moneda y algo de lo que es el protocolo bitcoin.

Queda por estudiar las inmensas posibilidades que este protocolo bit coin ofrecen a la sociedad en general y al mundo del derecho en particular, pero como dirían Tip y Coll….»la semana que viene hablaremos del gobierno», o dicho de otra forma en próximas entradas tendré que analizar lo puede aportar el protocolo electrónico bitcoin a los conceptos de seguridad, privacidad, fehaciencia, oficialidad y publicidad de los documentos electrónicos, así como sus consecuencias prácticas.

Un mero anticipo es las entradas ya publicadas hace tiempo por mi compañero Antonio Ripoll Soler, así como los comentarios realizados a las mismas, cuando hablaba de la posibilidad del cibermatrimonio o del cibernotario y el ciberregistrador.

Otro ejemplo de que algunos Notarios estamos implicados en el mundo digital, es el post publicado por mi compañero José Carmelo Llopis Benlloch sobre los bitcoins y la herencia.

Lo cierto es que el mundo jurídico no puede permanecer al margen de estas innovaciones tecnológicas, y cada vez más se hace necesario no ya un Notario 3.0 sino el Notario 00.

Sería injusto decir que somos los Notarios (en realidad que yo sepa sólo cuatro) los únicos juristas implicados en el estudio de el fenómeno bitcoin quisiera destacar la fantástica labor que en temas relacionados con el mundo de la tecnología y el derecho está desarrollando ENATIC, y como botón de muestra este trabajo de Don Ivan Garrido García

¿Ciencia ficción? yo creo que no ¿y vosotros?.